En la edición de El País de hoy nos cuentan que China y EE.UU. han alcanzado un acuerdo fundamental (así lo llaman en uno de sus editoriales) para frenar el cambio climático. Y también nos cuenta que hay unos multimillonarios bondadosos que se dedican a comprar terrenos en la Patagonia para protegerla. Claro que a estas alturas cuesta creer que los acuerdos firmados por los gobiernos signifiquen algo o que el medioambiente sea una preocupación altruista de los multimillonarios (que por algo lo son: en el caso de nuestros protagonistas se trata de un matrimonio norteamericano que ha desarrollado su proyecto ecológico haciendose, como quien no quiere la cosa, con 450.000 hectáreas en Argentina y 200.000 en Chile). Si a alguno le queda algún resto de ingenuidad al respecto, con el repaso de las políticas ecológicas de occidente que hace Daniel Tanuro en El imposible capitalismo verde podrá volver a poner los pies en la tierra.
Mientras tanto, para no alarmar, para que sigamos tranquilos pensando que, como decía aquel expresidente de infausto recuerdo, "están trabajando en ello", El País nos deja dos detalles: el primero, la foto que ilustra el artículo sobre el acuerdo chino-estadounidense es una imagen en la que se observa la contaminación en el país asiático con el siguiente pie de foto: "Polución en China en una imagen de archivo"; el segundo, el titulillo que sigue a la noticia de los millonarios: "Millonarios compran terrenos de una de las partes del planeta más amenazadas por el cambio climático para intentar salvarla".
Así que ya saben: no hay que preocuparse mucho de las cuestiones ecológicas porque los dirigentes y los millonarios ya están ocupándose. Y si, a pesar de todo, llegan a preocuparse en algún momento, recuerden la foto, recuerden que la contaminación es de China, recuerden, en definitiva, que la culpa es de otro.
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