lunes, 10 de diciembre de 2012

Trabajar

Incluso en los textos de los antropólogos más académicos y menos polemistas que podemos consultar aparecen ciertas estimaciones sobre el tiempo que los miembros de las tribus forrajeras dedicaban a las tareas de subsistencia - lo que hoy llamaríamos trabajo - y los resultados de esas aproximaciones son, traduciendo sobre la marcha la expresión inglesa, comida para el pensamiento. Kottak1, por ejemplo, calcula la dedicación de algunas tribus forrajeras - que aún perviven en África central - en una horquilla que oscila de las doce a las diecinueve horas por semana.

Si tiramos de este hilo Naredo puede darnos algunas pistas: el capítulo 7 de sus Raíces económicas del deterioro ecológico y social2 está íntegramente dedicado al concepto del trabajo y su relación con la producción. Aquí encontramos algunos datos inquietantes. En los dominios de la Atenas triunfante, los ciudadanos libres se libraban de las obligaciones terrenales mientras que en el hiperdesarrollado occidente contemporáneo cada uno de nosotros utiliza - de media - la energía equivalente al trabajo de cuarenta personas.

Si a esto le sumamos los menores de edad que cosen nuestros zapatos en China, India o Bangladés, los subsaharianos que ven sus recursos naturales huir hacia Europa y América del Norte y los hispanoamericanos que acarrean mercancias en los polígonos industriales y nos traen la pizza a domicilio - tareas a las que los europeos no nos dedicaríamos bajo ningún concepto - ¿cuántos esclavos necesitamos para satisfacer nuestras expectativas vitales?


Un último dato, quizá el más inquietante: toda esta legión de esclavos no nos permite vivir despreocupados de las necesidades materiales, sino todo lo contrario, puesto que, siguiendo una vez más a Naredo, cualquier trabajador de hoy día tiene que trabajar más días al año que los siervos de la Edad Media.

1Kottak, Conrad. Antropología Cultural. Madrid: Mc Graw Hill, 2002
2Naredo, José Manuel. Raíces económicas del deterioro ecológico y social. Madrid: Siglo XXI Editores, 2007.

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