lunes, 15 de abril de 2013

Tugendhat y la culpa

Hablábamos en la última entrada de Tugendhat y el tema, tan tratado desde 2010, de la indignación, y ahora queremos añadir una breve nota sobre la culpa, a propósito de unas líneas que siguen a las ya citamos. Dicen así: 
El sentimiento de culpa es el correlato del sentimiento de indignación; en el sentimiento de culpa se anticipa la indignación de los demás
Decíamos también que en los últimos años se han ido generando canales que hacen visible el sentimiento de indignación, pero no parece sudecer lo mismo con el de culpa. En política, recientemente, a partir del enésimo escándalo, muchos medios han hablado de "la tagentópoli", pero en ese proceso se produjeron cambios de enorme importancia, tanto en política como en las instituciones, y la culpa debió llegar a puntos extremos, puesto que incluso hubo suicidios. No hace falta decir que esto no está sucediendo aquí. 

Quizá la clave nos la dé el propio Tugendhat en el mismo texto, cuando nos dice que el sentimiento de indignación se produce cuando tenemos conciencia de que se trata de un sentimiento compartido, de que los demás deben estar sintiéndolo simultáneamente porque se ha producido una ofensa de uno de nosotros a toda la comunidad; la culpa anticipa la indignación en el sentido de que el que se siente culpable sabe que ha ofendido a los suyos. Pero, en una sociedad en la que la desigualdad es la norma ¿qué lugar le queda a la culpa? Lo que hay es una indignación sin correlato, una acusación en el vacío, puesto que los mecanismos de sanción moral están desencajados.

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